"Y aunque el sol oculte su mirada más exuberante, estás ahí,
escondida como un depredador en las sombras observando cada movimiento de su presa"
Eso pensó él, tan seguro de que si no caminaba sobre brasas,
jamás aprendería a quemarse cuando se arriesgase hasta conseguirlo.
Pero él sabia que era...
Él, tan tímido en el amor y tan osado de frente a cada vida que daba en sus palabras,
historias que hablaban por si solas,
cuando estaban abrazadas unas a otras en aquella estantería.
Él, donde los sueños eran espectros que vagaban sobre su cabeza,
como si un golpe de voz de "Barry White" le hiciese despertar para así,
poder pintar notas en un pentagrama de leyendas.
Él, que sonreía con cada verso de "Neruda" y un mundo inventado,
donde la moneda de cambio era la bondad de las personas.
Él, hombre formado por la tinta de sus ojos aprendió a ser un niño de mayor,
para hacer malabares con globos de arroz y no con el corazón.
Él, que vestía siempre el traje más barato y sin saberse los pasos,
bailaba un vals amarrado al camino de la vida.
Él, escribió y no enmudeció,
creció con la televisión y sus mentiras,
hasta encontrar la felicidad fuera de la tecnología.
Él, creó un mundo tintado de rojo por cada copa que vino a sus manos y regaló,
a base de inocencia con la que "Amélie" imaginó el vinilo.
Él, gran océano donde prefirió ahogar sus problemas,
en un pacífico de declamos a oídos sordos,
que ser partícipe de observar como el tiempo no se detenía.
Él, pensó que el valor de las cosas y personas no tenían precio,
y prefirió dejar escapar por sus bolsillos los engaños de una vida mejor.
Él, habló sin palabras ante los ojos por amor y su marrón más cautivo,
que robó y le dejó sin corazón.
Él, imaginó timbas de poesía en las plazas donde la crueldad del animal más asesino,
asesinó ferozmente la vida de los seres vivos.
Él, retorció las nubes hasta que encontró,
el aire entre cada suspiro.
Él, creyó en él, y escribió...
se hizo anónimo como el color para un ciego,
pero jamás se rindió porque se acordó,
de aquel sordo que salía en busca de su banda sonora original y....la encontró.
Él, es un preso sin peso donde cada tropiezo enseñó,
donde una sonrisa y un verde que dio esperanza al reflejo de un espejo,
jamás le falló cuando buscaba como "Clint Mansell",
la melodía de un Requiem, por un sueño hecho realidad.
Él...es un escritor que cuenta su vida en uno de sus cuadernos rotos de placer,
cada vez que deja de expresar-se haciendo cosquillas con las palabras.
Él...es...lo que tu cabeza...querido lector,
no quiere conocer.
Y terminaré copiando unos versos fascinantes del "Señor, Don Pablo Neruda" que dicen:
"Acepta la dificultad de edificarte a ti
mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de
las cenizas de su error"
"No olvides que la causa de tu presente
es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente"
M.Á.Ramos